Estudié de niño en el colegio de la Salle, colegio religioso de Jerez, situado en la alameda de Cristina, tengo gratos recuerdos de aquella época de mi vida, de mis maestros, de mis compañeros, incluso de aquel viejo palacio que la piqueta hizo desaparecer.
Una de las cosas más curiosas de la vida diaria del colegio, era la entrada, puestos en filas, dos por curso, con nuestros tutores a la cabeza y ordenados de menores a mayores después de rezar la oración de la mañana, que dirigía el director, montado en una pequeña tarima, entonábamos canciones, una por día, El cara al sol, montañas nevadas o Isabel y Fernando… aún hoy puedo recitarlas mentalmente.
En aquella época casi toda la enseñanza, estaba en manos de la iglesia, era esta la encargada de preparar a los hijos del régimen, entonces los obispos no cuestionaban la idoneidad de las asignaturas, no les preocupaba si nos hacían un daño irreparable con la “Formación del Espíritu Nacional” claro que entonces gobernaba quien gobernaba, y al poder se le llevaba bajo palio.
Lo que les jode es que pretendamos que los hombres seamos iguales y lo triste es que su fundador pedía lo mismo, igualdad para todos.
Una de las cosas más curiosas de la vida diaria del colegio, era la entrada, puestos en filas, dos por curso, con nuestros tutores a la cabeza y ordenados de menores a mayores después de rezar la oración de la mañana, que dirigía el director, montado en una pequeña tarima, entonábamos canciones, una por día, El cara al sol, montañas nevadas o Isabel y Fernando… aún hoy puedo recitarlas mentalmente.
En aquella época casi toda la enseñanza, estaba en manos de la iglesia, era esta la encargada de preparar a los hijos del régimen, entonces los obispos no cuestionaban la idoneidad de las asignaturas, no les preocupaba si nos hacían un daño irreparable con la “Formación del Espíritu Nacional” claro que entonces gobernaba quien gobernaba, y al poder se le llevaba bajo palio.
Lo que les jode es que pretendamos que los hombres seamos iguales y lo triste es que su fundador pedía lo mismo, igualdad para todos.